jueves, 28 de noviembre de 2013

EL ESPEJO MÁGICO DE BLANCA NIEVES Y LA VISIÓN AXIOLÓGICA DEL DOCENTE UNIVERSITARIO

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO POSTDOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN RED DE INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA DE LA CIENCIA COHORTE SAN JUAN DE LOS MORROS - MACARO EL ESPEJO MÁGICO DE BLANCA NIEVES Y LA VISIÓN AXIOLÓGICA DEL DOCENTE UNIVERSITARIO SEMINARIO: FACILITADOR: Dr. GUSTAVO RUIZ, PhD AUTOR: Dr. ALBERTO J. ROJAS G. SAN JUAN DE LOS MORROS; NOVIEMBRE, 2013 La ciencia, el arte y la vida se cruzan en los caminos menos recorridos e imaginados; si bien provienen de distintos derroteros al entrar en contacto forman un trans-sistema que se vuelve sobre sí mismo para poder transformarse y transformar su entorno a través de la investigación o reflexión sobre los haceres propios y de otros. En desconocimiento de lo anteriormente señalado, la educación venezolana ha centrado su esfuerzo, desde la perspectiva de la neurociencia, en desarrollar el hemisferio izquierdo del cerebro lo cual propone una arrogante visión de verdad y pensamiento único que evita la reflexión y, por ende, la construcción ética de conocimiento como praxis educativa donde se medien aprendizajes entre docentes y estudiantes; imponiendo un punto de vista falso e ideologizado del mundo tal cual el espejo mágico que aparece en el popular cuento narrado por los Hermanos Grimm conocido como Blanca Nieves y los Siete Enanitos. Además del cuento antes señalado, en la literatura universal, tradicionalmente, se ha utilizado el espejo como un elemento mágico que permite imaginar mundos maravillosos tal es el caso de la obra Alicia en el País de las Maravillas o en Desayuno de Campeones de Kurt Vonnegut. La metáfora del espejo permite visualizar la educación como “una cosa” o conjunto de procesos que reflejan lo existente e incapaz de crear algo distinto a lo dado. En este contexto, el docente visualiza la realidad como algo que le es extraño, externo y pasivo, donde el educador como ser humano se distancia de sus haceres para actuar desde la rígida y preestablecida perspectiva del sentido común. En contraposición a lo anterior, la educación universitaria venezolana requiere docentes críticos, innovadores y creativos en el marco de la sociedad del conocimiento que al reflexionar sobre sus haceres propongan su visión axiológica del proceso educativo como mediación de aprendizajes y no centrar su esfuerzo intelectual en “enseñar” castrando las posibilidades de los estudiantes de construir su propio mundo de distinciones. El país demanda docentes que se imaginen la educación como una obra de arte por su valor estético en el tiempo y en el espacio constantemente presente; con una visión dinámica de intelectual crítico que invite a los estudiantes a ir más allá del espacio reducido del salón para trascender hacia el mundo con sus ideas, sus pensamientos…su conciencia. Es importante evitar la homogenización e impulsar la diversidad, lo múltiple. Es necesario alejarse del proceso educativo retórico, trivial y vano que insiste en lo intrascendente como resaltar fecha y eventos pseudo-históricos que se exponen sin contexto desdibujando la historia y el valor sociocultural del hombre. Una visión axiológica nos compromete a descartar la imposición que implica la obediencia y la rutinización propios de los procesos de enseñanza-aprendizaje donde el docente genera esquemas de control que reprimen el pensamiento creador. La visión antiética de educar para la obediencia implica la negación de sí mismo y del otro, generando resentimiento que le da más importancia a lo que se hace, y no, a la persona. En la educación como una obra de arte se propone educar, dicho en palabras de Maturana, desde el emocionar para la colaboración donde se privilegie a la persona por encima de lo que hace. En este punto, la reflexión como acción heutagógica de ampliación de los espacios de construcción de conocimientos surge como un camino a recorrer donde cada paso implica mirar los fundamentos de lo que hacemos e ir transformándonos en el caminar. Es así como aprender se constituye en un acto axiológico e intencional generado desde la honestidad donde el centro del proceso de mediación de aprendizajes estimula el deslastrarse de las certidumbres y actuar desde la conciencia, entendiendo las consecuencias de lo que hago cuando hago lo que hago; tal es el rol del docente universitario hoy en día. La educación para la obediencia es profundamente manipuladora negando así la posibilidad de generar un proyecto común o consensuado desde el vivir la cultura a través de la reflexión o de mirar los fundamentos de lo que hago cuando hago lo que hago con la mirada puesta en la emoción de aprender construyendo conocimiento a través de la reflexión de mis haceres. Desde una perspectiva objetiva, las universidades, en general, se han convertido en espacios de instrucción, de transmisión de conocimientos descontextualizados y desligados del vivir. En este contexto, la educación se acerca más a ser vista como una teoría y no como una praxis, donde la realidad se entiende estática e inmutable. En este contexto, las posibilidades de generar espacios para la construcción de la propia vivencia se ven reducidas a los caprichos de quien ejerce el control de los procesos educativos en las universidades. albertorojasg@gmail.com www.albertorojasg.blogspot.com COMENTARIO REALIZADO AL Dr. ALEXIS FERNÁNDEZ CUYO BLOG SE ENCUENTRA DISPONIBLE EN: www.alexisrfernandez.blogspot.com Un proceso educativo irreflexivo, sin vivencia subjetiva ni mirada profunda a los haceres difícilmente pueda tener algún impacto axiológico en la vida de los ciudadanos. Un proceso educativo del tenor antes señalado no deja de ser un hacer meramente burocrático, sin sentido ni propósito consciente. Por ello, concuerdo con usted, amigo Alexis, en que las universidades presentan un sinfín de limitaciones, especialmente en la dimensión axiológica que se constituye en un obstáculo para la construcción de conocimiento en un ambiente de autonomía intelectual. COMENTARIO REALIZADO A LA Dra. NELLY GONZÁLEZ CUYO BLOG SE ENCUENTRA DISPONIBLE EN: www.nellygonzalezu.blogspot.com Comentario: La educación en valores se asienta fundamentalmente en la autonomía intelectual y en la libertad de pensamiento; por ello, queda descartada la posibilidad de enseñar. lo adecuado es abrir caminos para la mediación de aprendizajes a través de los cuales cada quien transite construyendo su propia experiencia subjetiva ética y moral. Finalmente, no creo en la moral objetiva impuesta desde espacios ajenos a la reflexión axiológica sino en el viaje inicialmente subjetivo de construcción de espacios erotéticos para luego avanzar hacia posibilidades consensuadas y trans-subjetivas.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Apreciado Alberto: Coincido contigo es esa visión ontológica y axiológica de la Educación. Verla como una obra de arte, contextualizada en una realidad, es un hacer necesario y un deber de todos. Aprecio que en nuestros tiempos, la educación parece estar perdiendo, no solo calidad sino su esencia misma. Existe una concepción que demanda un hacer bien coordinado para lograrla, una acción eficiente, pero lo que apreciamos es una gran diferencia entre el ser y el deber ser que se distancia de esa utopía. Mis felicitaciones por tú artículo. Atte
Dr. Francisco Pacheco.

Unknown dijo...

La triste realidad que el autor plantea, representa un fiel reflejo de lo que ocurre en la educación universitaria en nuestro país, pues los “espacios de instrucción” a los cuales se refiere en su ensayo, contrastan con el deber ser de un proceso educativo que implica necesariamente la formación y consolidación de valores fundamentales, universales, que hagan posible la convivencia en la universidad y la comunidad, local, nacional y mundial, conservando el respeto por aquellos valores particulares de cada cultura.
Asimismo, considero que el criterio expresado por el Dr. Rojas, en el sentido de que la educación superior en Venezuela es vista “como una teoría y no como una praxis” constituye ciertamente un obstáculo para el logro de los fines del nivel educativo en referencia, dado que en mi opinión, la visión de la educación debe apuntar hacia la necesaria recomposición del equilibrio e integración entre teoría y praxis.

Dr. Roberto Zamora H

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