HERMENEUSIS SOBRE LA PRÁCTICA Y LA PRAXIS DE LAS TIC EN LA EDUCACIÓN

AUTORES: Dr. ALBERTO J. ROJAS G. Dra. MARLEN J. GONZÁLEZ D. La era de la información y la comunicación, o como se ha denominado comúnmente la era de la sociedad del conocimiento, es en realidad la génesis de una revolución del saber, que tiene en sus bases el cambio del paradigma de la simplicidad (linealidad, rigidez, disciplinariedad, monotonía.) hacia el paradigma de la complejidad (no linealidad, autonomía, transdisciplinariedad, atrevimiento intelectual), que ha provocado una revisión cada vez más profunda del conocimiento científico y desde luego, de las perspectivas metodológicas para hacer ciencia. La situación señalada supra impone la necesidad imperiosa de revisar los contenidos y prácticas pedagógicas formales que se desarrollan mecánicamente en el sistema educativo venezolano. El desarrollo tecnológico de los últimos veinte años en el campo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación – TIC - ha posibilitado el surgimiento de prácticas educativas informales y no formales que heutagógicamente generan la construcción de conocimiento más allá de los muros universitarios desde la perspectiva del aprendizaje invisible. Es imperioso señalar que en materia de uso de tecnología no es conveniente tomar decisiones fast-track o basadas en la moda del momento. La selección e implementación de la tecnología es siempre una cavilación de largo plazo; las necesidades, los recursos disponibles, la preparación del personal docente, la contextualización de la transferencia tecnológica entre otros elementos son factores a considerar para su reflexión profunda al momento de decidir cuál tecnología es la que más conveniente al desarrollo del país. Por otra parte, es importante en este momento puntualizar la diferencia entre práctica y praxis en el campo educativo. La práctica se refiere al conjunto de acciones y actividades que de manera inconsciente e irreflexiva son ejecutadas por un individuo o por un conjunto de individuos de manera regular mientras que la praxis se constituye en la acción dinámica, reflexiva y consciente; siempre en construcción, de los fundamentos de nuestros haceres desde una perspectiva heutagógica. Con base a lo anterior, es preciso señalar que la sola presencia de herramientas tecnológicas como las computadoras no potencian los procesos de generación de conocimiento en la instituciones educativas universitarias; dado que la trasferencia tecnológica requiere la contextualización de las prácticas educativas que se deriven de su uso para progresivamente avanzar a procesos de praxis o modelos heutagógicos de mayores niveles de consciencia. Hasta ahora, las Tecnologías de Información y comunicación se han centrado en un mayor flujo y distribución de datos e información sin la necesaria apropiación de los saberes para que en el marco de un proceso de organización, relación, contextualización y reflexión profunda se pueda llegar a generar o construir conocimientos pertinentes para elevar y consolidar una mayor calidad de vida. El problema parece situarse en zonas grises entre la innovación de la cultura, la incorporación de la innovación tecnológica y de competencias sociales y laborales así como los ritmos de cambio propios del contexto particular del país; es decir, la innovación de la infraestructura y la conveniencia del cambio cultural que pudiera generarse a partir de la implementación de las Tecnologías de Información y Comunicación. A pesar de los avances antes mencionados, aún se mantiene una importante brecha digital o infoexclusión al compararnos como país con otros países los cuales han logrado integrar las Tecnologías de Información y Comunicación en la vida cotidiana y en las actividades educativas tanto dentro como fuera de las instituciones educativas, tal es el caso de Finlandia. La brecha digital al interior del país demanda para vencerla la democratización del acceso a las TIC, el derrumbamiento de los muros de desigualdad en la calidad de la educación así como disminuir la diferencia entre los diversos grupos sociales en el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación para mejorar su calidad de vida. Insistimos que el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación implica la democratización en el acceso a tales medios tecnológicos tanto en su uso público como en la adquisición privada de los equipos electrónicos que permitan garantizar la adecuada utilización de esta tecnología en las distintas dimensiones de la vida del venezolano. Hoy en día, las Tecnologías de Información y Comunicación se encuentran en todos los ámbitos de la vida diaria e institucionalizada del país donde la escuela es apenas uno de los espacios en los cuales se puede usar dichos medios tecnológicos; sin embargo, el impacto de las TIC ha sido mucho mayor en el hogar que en los espacios de educación formal, tal como la escuela y las instituciones de educación universitaria. La emergencia de las Tecnologías de Información y Comunicación en el contexto de la educación universitaria ha cambiado la forma de hacer investigación, la manera de mediar aprendizajes y conocimientos; y la vía para empoderar a la sociedad en base al creciente cúmulo de conocimientos que se generan a diario a través de las múltiples herramientas disponibles en la Web. Sin embargo, las universidades viven un importante rezago que obstaculiza el óptimo aprovechamiento de tales recursos para la construcción de conocimiento científico y el consiguiente desarrollo de tecnologías. Las universidades están cambiando o, mejor dicho, transformando sus curricula desde la perspectiva de “enseñar” contenidos se han venido desplazando hacia la mediación de competencias que involucran conocimientos, habilidades y actitudes en los estudiantes tanto dentro como fuera de las aulas, con la finalidad última de propiciar las condiciones que permitan que los ciudadanos se preparen con posibilidades ciertas de generar aprendizajes desde una perspectiva heutagógica, flexible y personalizada con el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación como parte de un fenómeno tecno-social. El rol del docente también ha cambiado; de ser el poseedor único de la verdad, está transformándose en un mediador de aprendizajes acompañado con las Tecnologías de Información y Comunicación. Cabe destacar la existencia de una clara brecha tecnológica entre estudiantes y docentes; entre adultos y jóvenes; entre países ricos y países pobres. Otro elemento que queremos destacar es la resistencia de algunos docentes como actitud de rechazo en la utilización de medios especializados como las Tecnologías de Información y Comunicación como apoyo al desarrollo didáctico y como vía para ampliar los espacios de aprendizaje a través de la transposición heutagógica de conocimientos. Con base a lo señalado supra, cabe destacar que las Tecnologías de Información y Comunicación están generando una revolución social más que tecnológica, que pone un énfasis especial al intercambio abierto de conocimiento. Esta situación antes descrita se evidencia en los acontecimientos sucedidos en el mundo árabe en los últimos años con el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación, en especial de las redes sociales a través de los teléfonos celulares. Entre los espacios que han sufrido transformaciones por impulso de las Tecnologías de Información y Comunicación están los entornos económicos, la industria, el mundo del entretenimiento, la tecnología aeroespacial, entre otros. Sin embargo, los ambientes educativos no han recibido las mismas ventajas para su transformación en un atractor político-social que coadyuve a la transformación de la sociedad en beneficio de todos sus miembros. Las Tecnologías de Información y Comunicación han propiciado la posibilidad del procesamiento de información para transformarla en conocimientos, liberando a estudiantes y docentes de actividades repetitivas y aburridas. Hoy en día, se dispone de una formidable variedad de fuentes de datos e información. Mas sin embargo, la rápida evolución de las Tecnologías de Información y Comunicación contrasta con la lenta capacidad de adaptación de las instituciones universitarias como ya se ha señalado. El hogar se ha convertido en un espacio propicio para generar procesos de aprendizaje tan válidos como aquellos generados en espacios académicos. Las Tecnologías de Información y Comunicación permiten capacitación desde la comodidad del hogar en formato multimedia a bajo costo en un contexto informal o no formal. Esto es así dado que la tecnología digital plantea la modificación de las nociones de espacio-tiempo transformando la presencia en imágenes virtuales. Hoy en día, el internet y las TIC´s se han convertido en herramientas indispensables para el desarrollo de la investigación, la docencia y la extensión. La socialización gratuita o a muy bajo costo de contenidos y posibilidades de contacto con expertos en el tema de interés a lo largo de todo el mundo y rompiendo las barreras culturales e idiomáticas. Las posibilidades de las Tecnologías de Información y Comunicación son infinitas y dependen más del usuario y de sus niveles de creatividad que de elementos intrínsecos a la propia tecnología. De allí, la importancia que los gobiernos en los distintos niveles se aboque a generar políticas educativas que tengan como centro la alfabetización digital y tecnológica de todos sus ciudadanos para lo cual aunque suene paradójico se puede hacer uso de la experticia de los más jóvenes. Hemos visto como las Tecnologías de Información y Comunicación han venido evolucionando en el siguiente orden cronológico: 1. La Web 1.0 cuyo fin último fue conectar información utilizando para ello los siguientes recursos: Buscadores, portales de contenido, sitios Web, bases de datos y archivos compartidos. 2. La Web 2.0 que se diseñó para conectar personas – Web social – esta etapa de la Web ha sido desarrollada por los propios usuarios o con su participación activa utilizando recursos como: wikis, juegos multiusuarios, portales comunitarios, redes sociales, mensajería e-mail, conferencias virtuales y blogs. 3. La Web 3.0 que ya se está utilizando para conectar conocimientos – Web semántica – apoyándose para ello en el desarrollo de tecnologías basadas en: la inteligencia artificial, asistentes personales, búsqueda semántica y diccionarios dinámicos, entre otros. 4. La Web 4.0 que se proyecta como la conexión de inteligencias o Web ubicua, utilizando para ello el lenguaje natural o cotidiano del usuario a través de ordenes usando la voz o conversación directa con los buscadores, correo semántico, juegos contextualizados, wikis semánticas, robótica inteligente o autodirigida, mercados inteligentes donde el cielo es el límite. El escenario que plantean hacia el futuro las Tecnologías de Información y Comunicación es imposible de predecir con certeza. La característica que parece sobresalir es la serendipia, la incertidumbre, el paisaje borroso, los movimientos fractálicos, los atractores cognitivos, la hipercatálisis, hiperconectividad donde la ilusión y lo real se confunden en una unidad oximorónica. Estos procesos están sucediendo con tal rapidez que nos cuesta percatarnos su incidencia real en nuestra vida cotidiana y en todas sus dimensiones: laboral, organizacional, social, de entretenimiento, personal, subjetiva, trans-subjetiva y hasta biológica. Las Tecnologías de Información y Comunicación inciden en la toma de decisiones a todos los niveles; de allí, la importancia de comprender su funcionamiento en la sociedad del conocimiento en la cual vivimos en un continuo presente que se acelera a ritmo constante hasta confundirse con el pasado y con el futuro dado que la tecnología ha trastocado la referencia espacio-tiempo y las esferas de la presencia y de la imagen. Es imperativo, por tanto, repensar la educación en general y el nivel universitario en particular para configurar una nueva cultura de la educación con espacios flexibles, dinámicos, postmodernos y transcomplejos que creen las condiciones y el terreno fértil para sembrar de posibilidades los sueños de los estudiantes venezolanos. Es de resaltar que la actual infraestructura estable del siglo XX que le da forma a nuestro sistema educativo formalizado en todas sus modalidades y niveles no satisface las necesidades impuestas por la sociedad de la información y del conocimiento con el apoyo de las tecnologías disponibles en el país donde la participación es esencial para el desarrollo ético-antrópico del venezolano. El contexto líquido, cambiante e indefinido, en palabras de Bauman, en el cual se está implementando de forma positivista o experimentando sin la debida contextualización la miríada de posibilidades que se presentan a través de internet ha llegado hasta el punto de trasladar viejos vicios con nuevos modos de hacer las cosas. La cultura del “corta y pega” dista mucho de ser la estrategia deseable para desarrollar la autonomía intelectual y los niveles de criticidad necesarios para desenvolverse en el mundo globalizado de hoy. Corresponde al estado, a los docentes, a los padres, a los formuladores de políticas públicas la responsabilidad de acercarse con mente abierta a la implementación de Tecnologías de Información y Comunicación como apoyo o complemento didáctico para elevar la calidad educativa y de vida de todos los ciudadanos y articular las experiencias exitosas tanto fuera como dentro del país sin dejarse obnubilar por tendencias ideológicas que se constituyan como obstáculos ontoepistemológicos en la hibridación de posibilidades tecnológicas como: 1. el aprendizaje entre pares, 2. el aprendizaje colaborativo, 3. el aprendizaje heutagógico, 4. el e-learning, 5. el m-learning, 6. el p-learning, 7. el u-learning 8. el hazlo tú mismo 9. y otros usos no preestablecidos de las tecnologías en el ámbito académico. Finalmente, es un desafío enmarcar todos los procesos de aprendizaje antes señalados en un contexto de actualización continua o a lo largo de toda la vida desde la perspectiva de un discurso incluyente; sin perder de vista que la educación es mucho más que el mero uso de tecnologías y que estas no tienen todas las respuestas en el complejo mundo de la educación universitaria. Se puede importar tecnología; pero no es posible hacer lo mismo con los procesos socioculturales. albertorojasg@gmail.com